lunes, 21 de octubre de 2019

SER MISIONERO AQUÍ

Cuando hablamos de Misiones, uno siempre piensa en lejanos países donde no ha llagado la buena noticia, la palabra de Dios. Normalmente nos imaginamos a los sacerdotes misionero o monjas rodeada de africanos o indígenas, aunque poco a poco ya vamos viendo mas laicos misioneros en esta labor de evangelizadora.


En nuestra experiencia como misioneros en África pudimos ver de primera mano como era la realidad de estas personas que acompañaban a un pueblo que les acogía, pero que también les clasificaba en un rol que no ayudaba mucho a verlo como a iguales, aunque eso sea muy complicado. La gente vivía a Dios de forma muy intensa, pero muchos de ellos no llegaban a profundizar en la fe. Aún así Dios esta presente en cada esquina, tuvieran la fe que tuvieran.


Cuando regresamos a España tras unos meses en Francia y otros en el Chad, sentimos que aquí en general la gente se había olvidado de Dios, aunque Dios no se había olvidado de ellos. Había algunos que sabían mucho de Dios y menos los que Vivian según su palabra. La palabra es Cristo, Él es el ejemplo de vida a seguir para todo Cristianos. Jesús nos propone una vida entregada y confiada en el Señor, al servicio de los hermanos, sin olvidar que el único Evangelio que hoy muchos leerán, será el que vean en nosotros.


Las comunidades cristianas en España están muy organizadas, al servicio de una estructura que funciona realmente bien para realizar el servicio que han sido creadas, aunque ya en muchas, la estructura también comienza a ser mayor que la base y una estructura sin base, solo puede caer. Muchos se quejan de falta de vocaciones, pero la realidad es que la Iglesia estructural se ha ido separando ella sola de la gente.

Una Iglesia que ha sido durante muchos años un brazo más del estado y que ahora empieza a despertar, muy poco a poco, dejándose ver mas integradora, cono los mas pobres, pero sin olvidar a nadie. Aún así queda mucho lastre institucional que la impide moverse en libertad suficiente para ser una iglesia coherente con el Evangelio o lo que es lo mismo, una iglesia que viva en el seguimiento de cristo, en las periferias,  sin sandalias de repuesto, ni un lugar propio para reclinar la cabeza.


 


Lola y yo (los fundadores de misión Emmanuel), con lo que teníamos y lo poco se habíamos  aprendido, comenzamos a dar pasos tras nuestro amado Emmanuel. Comenzando por el acompañamiento del africano inmigrante en los barrios pobres de Madrid y continuando con la apertura de una Misión en Tres Cantos. En definitiva decidimos no dejar de ser misioneros en nuestro propio país, siendo conscientes que nadie es profeta en su tierra.


El objetivo era simplemente seguir a Cristo con nuestras vidas, sin ninguna pretensión y en esa libertad propusimos a nuestra comunidad que nos apoyara o  hiciera suya está misión.


El rechazo fue total y luego nos dimos cuenta que tenia que ser así. A vino nuevo odres nuevos.


Mocho dolor y rechazo nos produjo el abrir una Misión donde se entiende que esta labor se realiza exclusivamente en la parroquias, porque así está establecido, aunque gracias Dios pudimos vivir esto, más como un signo, que como un verdadero rechazo. Dios siempre ponía en nuestro camino a alguien que nos acompañaba es esta forma de vida en la que hacíamos comunidad con los rechazados, acogiendo a personas inmigrantes africanas, que habían llegado a España de forma irregular y no tenían nada. Cada jueves por la noche, celebrábamos y celebramos, la gran fiesta de la palabra, haciendo participes a todo el que se quiera acercar. La celebración siempre termina con una cena compartida.
Intentamos invitar a otras comunidades y estar siempre abriertos a salir allí donde seamos llamados.


 


Ya llevamos cinco años intentando vivir el Evangelio y trabajando en la liberación nuestra, del inmigrante y de todo el que quiera fiarse de nuestro Señor. El camino no es de rosas y menos cuando intentamos ser consecuente con nuestra forma de acoger, nada paternalista y basada en la autogestión. Esta acogida no solo muestra los derechos, sino que también el mayor de todos, que es el poder colaborar en su propia acogida y con la sociedad que les acoge. Creemos que el asistencialismo es negativo y que ellos deben asumir su propia responsabilidad, como lo harán cuando estén preparados. esto es complicado pues cuando han sido acogidos en otro lugar solo les han hablado de derechos y además ellos tienen una idea muy distorsionada de lo que será su realidad aquí. Les han vendido la moto de un capitalismo ideal, donde los billetes caen de los arboles. Los pobres se ven entre la gente que no les quiere y los que les quieren adoptar...


 


Bueno lo importante es que dentro de nuestro mal hacer y nuestro grandes defectos en todo lo que hacemos, hemos conseguido vivir en el seguimiento a Cristo, en medio de una sociedad hostil a todo lo que sea diferente a lo establecido y el Evangelio es todo lo contrario a lo que busca esta sociedad del bienestar, que ha conseguido acomodar a parte importante de los cristianos.


No decimos que seamos ejemplares, mas bien todo lo contrario, la vida nunca ha dejado que olvidemos, que solo somos unos siervos inútiles y que solo hacemos nuestro trabajo.


Soñamos con abrir otras Misiones en España, pero la Misión es mucha y los misioneros siempre pocos, por eso rogamos que Dios envíe mas Misioneros a su mies. Da igual lo que sepa hacer, para nuestra salvación solo es necesario CREER.

Feliz mes de las Misiones.


 Daniel Almagro.


PREMIO COMPROMISO

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