REALIDAD Y ATENCIÓN SANITARIA AL MIGRANTE

https://www.codem.es/noticias/atencion-sanitaria-a-mas-vulnerables-carta-abierta-un-colegiado-madrileno

Daniel Almagro, enfermero en el Hospital Clínico San Carlos, reflexiona en esta carta enviada al CODEM sobre las dificultades que encuentran los migrantes en situación de vulnerabilidad a la hora de acceder a la atención sanitaria a través de un caso vivido en primera persona.

Soy un enfermero del Hospital Clínico San Carlos, también pertenezco a una comunidad que acompaña y acoge personas en situación de vulnerabilidad extrema, incluyendo personas convalecientes de alguna enfermedad en situación de calle, donde tenemos la oportunidad de aplicar los cuidados de enfermería. Mi mujer, que también es enfermera en la Clínica Ntra. Sra. Del Rosario, además es coordinadora de este proyecto de vida, pues junto con nuestros hijos (7) convivimos y hacemos comunidad con las personas que acogemos desde hace ya ocho años en Tres Cantos. Muchas de las personas que acogemos son migrantes que llegan huyendo de calamidades que son muy duras de recordar.

En mayo de este año llamaron a nuestra puerta una pareja joven de refugiados venezolanos en una complicada situación, pues no solo habían tenido que abandonar su país por los motivos que todos conocemos, sino que uno de ellos además había sido operado de una grave enfermedad al poco de llegar a España.

Gracias a esta intervención había podido salvar su vida, pero la situación de la pareja se agravó tras acabarse el tiempo para la acogida en el recurso donde habían vivido desde que llegaron a este país, pues las ONGs colaboradoras con el Estado para este cometido se ven sujetas a una normativa de acogida muy injusta, por no tener en cuenta a la persona sino a su situación administrativa. Es el problema de la estatalización de las ONGs que dependen del Estado para su sostenimiento, se convierten en brazos de un Estado donde las personas son solo números.

Pero en esas ONGs sí trabajan personas que hacen lo que les dejan para ayudar a los más vulnerables y son ellas las que nos derivaron a nuestra querida pareja de venezolanos en una muy, muy difícil situación y comenzamos a caminar juntos desde entonces, intentando superar todas las dificultades que van apareciendo. Una de ellas es acceder a la atención sanitaria de una forma normalizada, ya que los impedimentos que existen son realmente difíciles de abordar para vivir en un país que presume de tener una sanidad universal. Sobre todo, hay que recalcar que esta falta de normalidad y fluidez en la atención sanitaria a personas en proceso de regularización administrativa, debido a una burocracia farragosa y a la falta de recursos que hacen que el personal sanitario o administrativo de nuestro sistema de salud no puedan atender a las personas migrantes como se merecen por el mero hecho de ser personas.

En nuestra comunidad somos testigos de la frustración de las personas refugiadas a la hora de ir al centro de salud para ser atendidos y de tantas veces que tienen que regresar sin poder haber realizado su gestión o de no ser asistidos correctamente, simplemente porque los profesionales no han sido informados de los continuos cambios de criterio en la atención. Pero es mejor que lo explique la misma persona perjudicada, pues nadie mejor que ellos para ello. Os dejo con su testimonio, unos de los muchos que suceden cada día, con el fin de ir sensibilizando a nuestros políticos en esta cruda realidad de nuestros pacientes migrantes:

El día de hoy he asistido a consulta con doctora de cabecera en el centro de salud de (...), para solicitar recipes de tratamiento antituberculoso por una osteomielitis crónica de rodilla, al momento de la doctora entregarme las recetas, los mismos están bajo el formato de RECETA MÉDICA OFICIAL NO FINANCIADA, por lo que al consultarle el motivo de que dicha medicación no se encuentra financiada, me indica que es un asunto administrativo y que nada puede hacer al respecto.

Considerando que me encuentro de alta en la sanidad por el DASPI, decido comunicarme con la unidad de tramitación Paseo Imperial donde he entregado la documentación necesaria, para verificar mi estatus en la sanidad. Allí me indican que todo se encuentra en orden y que es un tema administrativo que ellos no manejan, que posiblemente el medicamento no se encuentra financiado por el estado. Me sugieren ir a la farmacia más cercana para verificar esta información, donde efectivamente me indican que la medicación en cuestión RIFAMPICINA / ISONIAZIDA 300mg / 150mg se encuentra cubierta por la sanidad en un porcentaje de su costo (de 23€ a 2€).

Decido regresar al centro de salud para consultar nuevamente si ha habido algún error. Al llegar a la recepción me despachan directamente al consultorio de la doctora, y allí ella me indica que en esos temas “no puede hacer nada y no tiene la culpa de lo que ocurra en sistema y con la medicación”, al mencionarle que ya me he comunicado con la unidad de tramitación (que ella afirma no conocerlo ni que funciones hace) pues decide enviar un mensaje a un departamento de soporte farmacológico donde indica mi situación y que ellos se comunicaran conmigo mañana a las 08:30. Así que de momento no tengo ni la medicación ni la receta azul.
Esta historia continuará…


Complementando el testimonio de nuestro acogido, la coordinadora de nuestro proyecto explica a continuación el procedimiento de acceso que muchos de los administrativos de nuestro sistema de salud aún no conocen porque nadie se lo ha explicado:

Si no tienes padrón de más de 3 meses y pasaporte no puedes acceder a una cita que te dan con la Unidad de Tramitación para otros 3 meses más adelante para asignarte el DASE o DASPI que es la asistencia sanitaria en el centro de salud y por consiguiente acceso al especialista y recetas azules ya que tarjeta sanitaria no tienes para la receta electrónica.
Antes de esta situación si estás embarazada, si tienes algún traumatismo, si te pasa algo... Te atienden en Urgencias, pero debes pagar la factura posterior a los servicios recibidos.
Hay personas que no consiguen estar empadronadas por distintos motivos, otras no consiguen pasaporte por los costes y la burocracia y retardo en la embajada de turno por lo que el tiempo se va alargando y el impedimento a ese acceso se va haciendo más tedioso. El derecho a la protección internacional y acceso a la salud forma parte de la Declaración de DDHH y debería estar protegido en España que es garante de ello o por lo menos así lo manifiesta.


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